Centrarse en la salud, especialmente en las zonas íntimas.
Consciente del medio ambiente, eligiendo productos.
Cuyo proceso de producción tiene menos impacto en el medio ambiente. Perseguir materiales naturales, como el algodón orgánico
Evite los aditivos químicos como el cloro, los sabores y los abrillantadores fluorescentes.
Consumidores globales con una búsqueda de estilos de vida ecológicos y sostenibles.
Preocupado por la sostenibilidad y una mayor conciencia de la atención médica.
Necesidades específicas, como productos menstruales sin plástico.